¿Cómo nació la famosa Guía Michelín?

¿Qué es la Guía Michelín?

Escuché hablar por primera vez Michelín, en las películas. Esas típicas de chef y restaurantes, donde se pelean por tener estrellas Michelín. ¿Han escuchado de eso?

Después en mi primer viaje a Francia, veía por todos lados la Guía Michelín, que tenía el mismo logo del conocido Michelín, ese hombre/figura blanca llena de rollos que era de neumáticos. Corto circuito. ¿Qué tenían que ver los neumáticos y una guía de restaurantes finos que se peleaban por una de sus estrellas?

Hoy, veo a la Guía Michelín por todos lados. En stands en el supermercado, en todas las oficinas de turismo, en las tiendas de recuerdos, en las librerías, en todos lados. Es como el imprescindible de los restaurantes y de los viajeros.

Y quise entender por qué.

Así que me puse a leer de su historia y es impresionante el acierto que tienen en la vida algunas personas. ¿La quieren conocer? ¡Aquí va!

El origen de la Guía Michelín se remonta cuando era un incentivo para invitar a los automovilistas a andar en la carretera. Claro, desgasten sus neumáticos para que nos compren más neumáticos. Idea brillante.

Esto fue en el año 1889, cuando los hermanos André y Edouard Michelin fundaron su empresa de neumáticos: Michelín. En ese momento la cantidad de autos que había en Francia era baja, pero ellos, visionariamente, decidieron que ese sería su camino.

Y ahí se les ocurrió inventar esta guía (tengo envidia sana por tan buena idea), como una ayuda para facilitar y motivar el viaje de los automovilistas. La primera edición de la guía fue en agosto de 1900.  “Esta obra aparece con el siglo y durará tanto como él” – decía en su primera página.

¿Qué incluía la guía?

Mapas, tips para cambiar una rueda, entre otros detalles técnicos pero además, un listado de lugares para comer o dormir. Y fue gratis hasta el año 1920, que por primera vez se cobró por ella y su precio era de 7 francos.

Con el tiempo, comenzaron a recomendar Restaurantes, una sección que se empezó a hacer muy conocida. Ahí fue cuando, en 1923, se llegó a la idea de conseguir a un equipo de personas que visitaran de forma anónima los restaurantes y escribieran de ellos. Estos son los famosos inspectores, que siguen hasta el día de hoy.

Pocos años después, llegaron las estrellas de calidad. Primero era con 1 estrella, y años después empezó a funcionar con 1, 2 o 3.

Hoy

Hoy, esta guía es un referente mundial que se puede ver por todo el mundo. Los restaurantes se pelean por contratar a los mejores chefs que le puedan hacer ganar una estrella, y luchan una vida entera para conseguir 3. En Europa es un referente, y se ve por todos lados.

Así fue como desde tener una empresa de neumáticos, los hermanos Michelín crearon el libro más preciado de la gastronomía. Increíble, ¿no?

Salir de la versión móvil