Quiero comenzar este relato manifestando que me encanta este blog, a pesar de no ser mamá, soy una tía chocha y siempre ando compartiendo los datos de acá con mi hermana y prim@s que si tienen a mis sobrinos.
Ahora seguiré con mi historia y qué es lo que me ánimo a escribirla. A pesar que esta página es para padres y datos para los hij@s y cosas así, hoy quiero escribir la visión de una hija para sus papás (o sea de mí para mis papás).
Al final del 2008, para ser más exacta el 23 de diciembre (sí, un día antes de Navidad ) mi mamá decidió ya no estar más en este mundo. Escribo «decidió» porque producto de una severa depresión ella tomo la decisión de acabar con su vida. Cada vez que hablo de esta situación, a pesar de que hayan pasado ya casi 6 años desde que ella ya no está con nosotros, mis ojos se llenan de lágrimas, se me quiebra la voz y me lleno de una pena inmensa que sé sólo alguien que ha perdido a una persona TAN QUERIDA puede entender.
Los días después de ese episodio no los recuerdo tanto, sólo recuerdo ese vacío que sentía en el pecho y el alma. Los días pasaban tan lentos, llenos de nada, sólo sentía que tenía que seguir adelante, pero no sabía cómo. Para mí, mi mamá era TODO! Mi mejor amiga, mi confidente, mi incondicional, era en pocas palabras mi otra mitad, aunque siempre mi papá ha estado presente y es un súper papá, mi mamá completaba mi círculo para ser completamente feliz.
Cuando sucedió todo esto, yo estaba en 3ero de la universidad y siempre me ha ido bien en mis estudios, así que estaba al día hasta ese momento. Después de lo de mi mamá, sólo decidí cerrarme a todo y seguí sin parar el otro año universitario, todo esto por el miedo a sentir (ahora lo veo así, antes no podía hacerlo) y también porque veía a mi papá tan mal y destruido que seguí por él (ni siquiera por mi decidí seguir).
Seguí así dos años más (prohibiéndome sentir y pensar) podrán imaginarse que en esos años no me fue bien, perdí ramos o simplemente no tenía ganas de ir, etc. Gracias a la ayuda de un profesor (del cual siempre estaré agradecida, porque gracias a él no perdí la carrera) que un día se fijó en mi y me dijo que no me veía bien, que quería saber qué era lo que me pasaba.
Sin darme cuenta, caí en un hoyo inmenso, y vi en mi vida la tan famosa depresión, la maldita enfermedad que me había quitado a mi hermosa mamá se estaba apoderando de mi y eso no lo iba a permitir. Producto de esta conversación con mi profesor, decidí comenzar una terapia (con la cual sigo hasta el día de hoy) la que me ayudó mucho, ya que con ella pude tocar la pérdida de mi mamá, entenderla, comprenderla y respetar su decisión. Lo que hasta ese entonces no podía.
Hoy estoy a un día de terminar mi universidad y son meses pensando en las ganas de tener a mi mamá a mi lado de que compartir mi emoción, los nervios, ver juntas que me pongo para mi defensa, que me vea por fin titulada (por que lamentablemente no pudo ver a mi hermana titularse y ahora a mi tampoco).
Por eso escribo este relato, porque le quiero dar las gracias a mis padres, en especial a mi MAMÁ porque dio todo siempre por mi papá, por mi hermana y por mí. Gracias mamita, gracias por haber compartido 19 años de mi junto a mi, gracias por enseñarme todo lo que sé y lo que soy.
Aura-lee Palza.