¿Hay discriminación detrás del proceso de postulación?

El otro día me acosté pensando por qué pasa lo que nos pasa en Chile con respecto al proceso de postulación a colegios. Reflexioné y reflexioné un poco más, llegando a varias conclusiones y traté de ser muy empática poniéndome en el lugar de todos, desde el Director del colegio, el Empresario detrás del colegio, padres y alumnos. Empezar el proceso de postulación es un trabajo difícil. Requiere que como padre o madre, sepas un poco de Marketing para venderte bien y también a tu hijo, y a la vez, requiere que el Dueño/Director/Empresario sepa muy bien lo que quiere, para poder hacer un buen proceso de selección.

El problema es que en todo este asunto se nos olvida lo más importante: los niños. Porque claro, estamos pensando en su educación, como padres nos esforzamos, y muchas veces endeudamos, para poder meterlos a un colegio que ojalá tenga los valores que tenemos como familia, una casa educacional que les dará idiomas o un buen puntaje en la PSU, o contactos, un status, en fin, un futuro asegurado. ¿Pero dónde queda la humildad y humanidad? Muchas veces escuché de otros padres, que el proceso de selección de los colegios se ha transformado a tal punto, que los colegios nos eligen a nosotros, no nosotros a ellos. Ya no sé si reirme o llorar cuando me cuentan que quedaron los niños pero no los padres. ¿Cómo podría pasar eso?

Hemos dejado como chilenos, como padres, como personas, como sociedad, que algo tan básico como la educación se haya transformado en una pesadilla, en un negocio que parece ir cada vez más lejos, con cuotas de incorporación, mensualidades y matrículas tan altas que es difícil poder seguirle el ritmo. Y es culpa de muchos de nosotros, porque lo aceptamos e incluso luchamos, movemos nuestras influencias para lograr que nuestro hijo entre en ese colegio.

Por el lado del empresario, dueño o director del colegio, pienso que deben estar satisfechos. Han logrado que entran los alumnos que quieren, seleccionando a algunos que les ayude a seguir su “editorial”. Por ejemplo, hay colegios que solo seleccionan a niños que hayan tenido un buen resultado en el examen de admisión, que finalmente, es reflejo de un excelente puntaje de la generación en el Simce o PSU. Pero los padres que se salen de la ecuación de buen sueldo y casados, lo pasan pésimo. ¡Pésimo! Y lo digo por experiencia personal, porque como mamá soltera con una pareja estable, me he encerrado a llorar en el baño porque no sé qué contestar en ese papel cuando me preguntan por el padre, o cómo explicar que mi hija tiene un apellido pero eligió decirle papá a alguien con otro apellido  que la quiere como a una hija. No tengo ni un problema en contarle mi vida a la persona que me entrevista, pero encuentro totalmente discriminatorio que un papel determine la entrada de mi hija a ese colegio.

Por otro lado, muy pocos colegios son conscientes de lo que cobran y que sus horarios no son coherentes con los horarios normales de trabajo en el país. Deberían ser un aporte a nuestras vidas, trabajar en conjunto para que los niños tengan una mejor calidad de vida. Los horarios distintos significan para muchos padres, tener que llevarlos después del colegio, al jardín o a hacer más actividades. ¿Entenderá alguien el nivel de agotamiento para esos niños? Si esa no es la opción, porque no hay bolsillo que aguante, hay que contratar a alguien que trabaje en tu casa y pueda recibirlos y ojalá, estar con ellos.

¿Quién hace la entrevista a los padres? ¿Cómo esperar que los niños crezcan entendiendo lo que es igualdad y el país, en un lugar donde no hay de todos los tipos de niños? ¿Por qué el colegio desecha enseñarle a un niño con problemas de aprendizaje? Acaso, ¿No es responsabilidad de un establecimiento educacional que un niño se logre integrar entre sus pares?

En lo personal, yo buscaba un colegio que tuviera idiomas, la menos cantidad de tarea para la casa posible (porque ya basta con estresarlos!), un proceso de postulación donde no me sintiera incómoda contestando papeles, cercanía con mi casa, un colegio que tenga alumnos becados y en lo posible, que entregaran los libros y materiales. Pero lo más importante, fue pensar en un colegio donde Emma se sintiera feliz, y eso va más allá de todo lo que nos venden como buen colegio. Finalmente, pienso que lo encontré. Aún no sé si quedará o qué pasará, pero al menos sé que existe algo como lo que ando buscando. Antes de contarles cuál es, quiero contarles lo que hice.

Hice una selección de los procesos de postulación de algunos colegios, (ojo que no todos son colegios que me gustan, solo quería mostrar las preguntas que hacen) para que vean hasta qué punto llega ésto. Los colegios católicos piden familias católicas, lo que me parece muy bien, yo también lo haría, pero el problema está en que con todos los papeles que piden dejan fuera a una mamá católica y su hijo católico sin padre, o viceversa. Otros colegios piden antecedentes de padres y madres, como incluso, el teléfono del empleador. Otros piden fotografía de la familia, cartas de recomendación y nivel de estudios de los padres. Y los colegios más “europarizados” no piden más que unos datos.

COLEGIO ALEMÁN THOMAS MORUS

COLEGIO MANQUEHUE

COLEGIO DUNALASTAIR

LA MAISONETTE

COLEGIO MADRIGAL

COLEGIO MAYFLOWER

COLEGIO SAINT JOHN

COLEGIO SAINT GABRIEL

THE ANDRE SCHOOL

ALIANZA FRANCESA

VILLA MARIA ACADEMY

COLEGIO CRAIGHOUSE


COLEGIO LOS ANDES

COLEGIO BRITISH ROYAL SCHOOL

SEK INTERNATIONAL SCHOOL

Finalmente, en mi orden de prioridad, está primero la Alianza Francesa. No le hacen examen de admisión a los niños, no es barato pero tampoco de los más caros, y dentro de la mensualidad te entregan todos los libros y materiales. El uniforme es jeans con una polera del colegio, hay becados y si bien cuesta quedar en la sede de Vitacura y la de Chamisero queda lejos, que no pidan mayor información a la realmente necesaria me deja muy tranquila.

¿Qué opinan ustedes? ¿Les ha costado encontrar colegio? ¿Tienen alguno para recomendar?

Salir de la versión móvil