¡Qué distinta es la vida entre dos generaciones!

¿Cierto? Y para qué decir la de nuestros abuelos con las de nuestros hijos, literalmente, un mundo entero de diferencia. Cuando yo le cuento a mi hija mayor que me entretenía sola en el patio con un poco de agua para hacer barro, y moldes para convertirlo en tortas, no lo puede creer. – ¿Pero, y no te gustaba ver televisión? – me pregunta a veces, mientras yo le contesto que no existía el tv cable en mi infancia. Y cuando le cuento que su abuelo no tenía televisión cuando era chico, piensa que le estoy diciendo una broma. ¡Pero no es broma!

Y tantas diferencias en las generaciones han cambiado todo: los juegos, la educación, la forma de comunicarse y relacionarse con los pares e incluso, el planeta, que seguramente es quien más lo ha sufrido con el temido calentamiento global y el continente de basura que tenemos bajo el mar.

Las nuevas generaciones son exigentes y seguramente nuestros padres o abuelos nunca tuvieron que preocuparse de:

1. Que conversar en la mesa como cualquier familia, se vería afectado por el algo tan pequeño como un celular. Aunque la solución es bastante simple: mantener un horario de comida y no se aceptan celulares en la mesa.

2. Tener un navegador especial para niños, para evitar que puedan ser autónomos en el mundo de Internet por la cantidad de cosas que pueden encontrar no propias para su edad. Es que en serio, descubrir que uno puede googlear absolutamente de todo y llegar a dimensiones desconocidas para ellos en internet, está a sólo un click. ¡Un click! Y no falta el amigo que les cuenta que escribieron en google la palabra “senos” para que tu hijo quiera llegar a la casa a hacer lo mismo.

3. Hacerse famoso en youtube haciendo cosas estúpidas. Esto es pensar en la típica frase de MTV que dice “no aceptaremos ni un video que nos manden, no insista”. Detrás de eso deben haber cientos de miles de niños y jóvenes haciendo cosas estúpidas para llamar la atención, conseguir seguidores y hacerse famosos en Youtube.¡Y no sólo famosos, sino que también millonarios!

4. Manejar y textear causando un posible accidente: primero porque en esa época casi ni un joven tenía un auto y segundo, porque no existía el celular. Y… ¿cómo uno puede poner reglas con el celular y los mensajes de texto si seguramente seré yo la que estará detrás de esos mensajes preguntándoles dónde están y a qué hora llegan a la casa?

5. Si el agua estaba o no contaminada es seguramente, lo que me impresiona más de todo. Cuando mi papá era chico, se bañaba en cualquier playa si ni un problema. Cuando yo era pequeña me bañaba en cualquier playa, evitando una o dos que tenían algún problema de contaminación. Y ahora, cuando llevo a mis hijas a alguna de esas playas, o el nivel del mar subió considerablemente dejando un metro de playa, o no son aptas para el baño por desagües o han sido afectadas por no sólo casi no quedan playas sino que además hay que elegir las que no tengan basura, un desagüe o no se hayan visto afectadas por un derrame de petróleo.

6. El consumo de bebidas gaseosas y comida rápida. ¡Qué le pasa a este mundo que las marcas quieren llenarnos a los niños de productos nocivos para la salud y nadie hace nada por detenerlo? ¿Cómo irá a ser este tema cuando mis hijas sean mamás? Ojalá que regulado porque… ¡no más niños obesos!

7. Que los niños hablen como cartoons. A mí me parece incluso tierno pero sí, hay que controlar la cantidad de horas que los niños ven televisión y como ya no es salir a entretenerse con barro, además hay que hacerles actividades para que no se aburran.

8. ¡Navidad! Qué suerte que nuestros padres y abuelos no vivieron así la Navidad, seguramente la fecha del año más estresante y consumista para el 90% de nosotras. Y hay que organizar la cena, el show, la hora para abrir regalos, etc.

9. Los «días de» la madre, padre, abuelos, niños, etc. ¡Que alguien nos ayude!

Pero como todo cambia, seguramente la próxima generación, cansada de la tendinitis de los dedos de tanto usar el ipad y celular, tendrá otra preocupación y pensará la suerte que nosotros tuvimos. Porque sí, a pesar de las muchas cosas de las que tenemos que preocuparnos, nuestra vida es también mucho más fácil que la vida de nuestros padres o abuelos en muchos sentidos. Sólo pensemos en que ellos mudaban usando pañales de tela y que no tenían lavadora, ni microondas, ni calefacción a gas.

2 comentarios
  1. ch.gac.artigas@gmail.com
    Pourquoi y a t’il seulement une traduction en anglais?
    Les Français de Malaucène vont être très très frustrés….
    Sinon, effectivement, nous n’avions pas ces préoccupations mais, on se demande comment nous faisions sans internet ?
    Par exemple, le simple fait d’avoir à portée d’écran tous types de renseignements, bibliographiques, picturaux, livres, expositions… etc
    Le monde ouvert à tous = merveilleux !

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