La primera vez que vi la app para iPad de Alicia en el país de las maravillas aluciné. No sé si la conocen, es el cuento clásico pero con objetos interactivos. Después pensé que mi infancia había sido una estafa y que para los niños de hoy la lectura era mucho más entretenida, menos estática. Nosotros lo único parecido que teníamos eran unos cuentos de Disney que venían con un cassette y que cuando sonaba una campanita había que dar vuelta la página. Ahora, con las tablets los niños pueden pintar, mover objetos o incluso hacer que el libro que tienen entre las manos lo narre el papá que está trabajando (existe una aplicación para grabar la voz).

Por eso cuando encontré este libro me reí y me di cuenta que los libros son interactivos hace mucho tiempo y que había otros como yo que también se sentían decepcionados con su infancia analógica. En los libros siempre podemos mover las cosas, escuchar voces, en definitiva, imaginar. Lo que hace el iPad es saltarse un paso y ser como una pantalla de nuestra imaginación.

Hervé Tullet en Un libro (Press here, titulo original en inglés) lo deja clarísimo. Les cuento: todo empieza con una instrucción simple: «aprieta aquí y da vuelta la página». Y desde ahí, es como si el libro fuera un aparato electrónico, página a página, el lector hace que los elementos se multipliquen, cambien de color, giren, o reboten a voluntad. Efectos realmente especiales, sin pilas o electricidad, sólo aprovechando el lapso entre página y página para cambiar. Y si no les queda claro, vean este video.

Los libros de Hervé Tullet (http://www.herve-tullet.com/) están llenos de guiños, juegos que los hacen experiencias únicas para los niños. Porque si de algo tenemos que estar seguros es que leer e incentivar la lectura tiene que ver con crear un recuerdo, entretenerse y compartir.

Iván Barreto.

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