Siempre me había sentido prisionera de algo. De mis miedos, de mi futuro, de ser lo mejor que puedo ser: buena estudiante, buena trabajadora, buena hija, etc. Vivir así era angustiante. Y todo eso cambió el día que decidí – y pude – irme de intercambio a México. Era la primera vez que me veía sola contra el mundo, de enfrentarme a todos mis miedos y salir a flote como mejor pudiera.
Las dos primeras semanas fueron muy duras. No tener con quién conversar, en quién confiar, una compañía. Lloré harto, muy niñita. Pero con el paso de los días logré cambiarme de la casa donde vivía, de una señora de muy entrada edad, que me arrendaba una pieza en el patio trasero, a una casa que un mexicano estaba recién restaurando para hacerlo como una especie de hostal. Terminamos viviendo en esa casa 13 personas, todos de distintos países, todos con una onda muy especial y terminamos siendo como hermanos porque como pasábamos mucho tiempo juntos, nos cuidábamos, nos queríamos y estábamos todos en la misma.
México se transformó en ese momento de tu vida en que te liberas de todas tus ataduras. Es un país mágico, que me dio la mejor experiencia de mi vida. Guadalajara será siempre mi segunda casa y los 15 de septiembre, el día del grito mexicano y mi cumpleaños, siempre tendré un brindis de honor por tan linda etapa de mi vida.
En México también me enamoré. Y me enamoré por primera vez. Tenía 24 años. Lo conocí en una de las tantas fiestas que hacíamos en mi casa. Éramos vecinos. Su nombre era Tyrone, directo de Canadá. Estaba ahí para viajar, haciendo clases de inglés. Cuando nos conocimos él salía con alguien y yo también, pero una noche nos encontramos, los dos despechados, y de a poco, nos enamoramos.
No sé si el amor lo dieron las circunstancias. Es decir, poder tomar desayuno con alguien lo cambia todo. Y esas cosas no las podía hacer en casa de mis papás. También fue que podíamos salir a descubrir una ciudad los dos juntos, solos, y soñar. Seguramente fueron miles los factores que hicieron que yo me enamorara de él y él de mi. Éramos inseparables, amigos enamorados. Estuvimos juntos en México por 8 meses que de verdad me cambiaron por completo y todo duró 2 años.
La historia entre los dos fue muy intensa, y terminó trágicamente cuando supe que había muerto. Fue un 2 de marzo del 2008, hace exactamente 7 años. Fue el peor día de mi vida, los dos años siguientes más desolados, un luto que pensé que no terminaría nunca y donde entendí qué significaba que te quitaran un pedazo de ti. En mi primer blog, que lo re-encontré el otro día, describí este momento y lo que sentí.
Emma, mi hija, me devolvió la felicidad al cuerpo. Y hoy Pierre, mi marido y quien se quiso unir a mi hija y a mi con una entrega absoluta, me da toda esa felicidad y amor que jamás pensé que yo también volvería a sentir. Conoce perfecto la historia de Tyrone y siempre que lo necesité tuve su hombro a mi lado.
Por eso quería aprovechar este espacio y momento, para dedicarle unas palabras a Tyrone. Un pequeño homenaje para alguien que fue tan importante en mi vida, con quien teníamos tantos planes, tantas cosas por resolver, tanto amor que quedó en stand-by y que hoy por fin ya tiene forma y fondo. Escribir también para decirle a la vida: gracias por haberme dado la oportunidad de tener esa historia con Tyrone porque me hizo renacer. Renacer desde lo más alto para caer a lo más profundo, y volver a pararme de nuevo.
Y otras palabras para Pierre, porque me quiso con todas mis letras, con todas mis historias, con todos mis rasguños y heridas, y con paciencia logró ayudarme a armarme de nuevo. Y eso para mi es la prueba más infinita de amor.
Por lo bueno, por lo malo, por ayer y por lo que se viene, hoy brindo por ti, Ty, para que donde quiera que estés, sepas que me regalaste una maravillosa historia y etapa de mi vida, que hoy me hace sonreír con nostalgia. Espero poder ir alguna vez con mi familia a Canadá, para regar el árbol donde dejaron tus cenizas y contarles quién fuiste. Que nos conocimos en México, que cuando nos tuvimos que separar y las cosas se pusieron complicadas viniste a Chile por mi y que luego tuve que ir yo a Canadá por ti, para despedirme el día de tu funeral. Te recuerdo con tanto, tanto cariño que seguro estaremos conectados de por vida.
Te recuerdo hoy y siempre. ¡Salud!
5 comentarios
Que fuerte historia Javi, me sorprendes cada vez que leo cosas de ti, realmente admirable. Tyrone se fue, pero Dios fue bueno contigo y te dio una hija maravillosa, un esposo a todo terreno y un bebe que viene en camino a completar la felicidad. Saludos!
<3
Como ha pasado el tiempo!
Como -mi estimado Tyron- influiste en la vida de mi hija.
…colgado de mis recuerdos en Mexico y sobre todo de tu estadía en Chile, vaya un fuerte abrazo para ti.
❤
Salud por ty!!!! Siempre en nuestros corazones. Cariñoso, con una sonrisa… Sabemos cuanto se quisieron y todo lo que fue y es para ti javi.
Me acuerdo el viaje a México que me contabas de el, y me acuerdo el día que lo conocí cuando vino a Chile… Me fue a recibir al auto y me dijo… Feliz año nuevo Jajajjaa
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