¡Increíble lugar de los Templares!

El Castillo de Miravet forma un gran recinto amurallado, adaptado a la topografía, y dividido en su interior en diferentes espacios. El reciento superior, que es el núcleo principal, residencial y representativo, está construido por un bloque rectangular con torres en los ángulos y cuatro alas dispuestas en torno a un patio central donde destacan el cuerpo norte, de tres plantas con una iglesia en el primer piso, y la sala del refectorio en el ala este. El recinto inferior, con un granero, una caballeriza o una cisterna, configura la alabeara, o cercado, que desciende escalonadamente por la montaña. (Generalitat de Catalunya).

Pleno día de verano, y decidimos ir a conocer este Castillo porque además de habérnoslo recomendado por distintos lados, buscábamos entretención para hacer con nuestras hijas.

Armamos todo para pasar la tarde, llegando a la hora de almuerzo. Para cruzar desde la carretera a Miravet, hay que pasar en auto por unabarcaza que cruza desde un lado al otro del río Ebre, sólo con la energía del agua, es decir… ¡no hay ni un motor! Esto lleva funcionando así casi 30 años, realmente impresionante y una divertida actividad para hacer con niños.

El Castillo de Miravet tiene visitas guiadas en catalán y español, pero si son de los que prefieren andar de manera independiente, como nosotros, no se preocupen porque en la boletería pueden sacar un tríptico donde encontrarán la descripción de cada uno de los 18 puntos de interés dentro del castillo.

Historia del Castillo:

Los primeros restos encontrados en el lugar que ocupa el castillo, datan del sigo II a.c., y corresponden a un establecimiento ibero. Los vestigios más antiguos del castillo andalusí datan del siglo XI. Entre finales del siglo XI y principios del XII, la fortaleza fue reformada y ampliada, probablemente para proteger la frontera de an-Andalus de la presión militar de los condes catalanes. Pertenecen a ese período parte de las construcciones del recinto superior y las murallas.

En la segunda mitad del siglo XII y durante el siglo XIII, se produce una nueva etapa constructiva a raíz de la conquista de Tortosa y su territorio, por parte del conde Ramón Berenguer IV, en el proceso de expansión territorial catalana. Entre 1151 y 1153, Miravet y Siurana, los últimos reductos musulmanes, son conquistados por los señores feudales.

Ramón Berenguer IV dona el castillo de Miravet y las tierras adyacentes, a la orden del Temple. Los templarios transforman el castillo Andalucí en fortaleza templaria: entre la segunda mitad del siglo XII y el siglo XIII, se construye el bloque principal del recinto superior, donde se encuentra la iglesia, el ala del refectorio y parte de las murallas.

Entre los acontecimientos que tuvieron lugar en la etapa medieval, en 1307 destaca la orden de detención de los miembros de la orden del Temple por parte del rey Jaime II de Cataluña y Aragón, y la confiscación de todos sus bienes. Los templarios no aceptan la orden y resisten en el castillo de Miravet, que es asediado constantemente hasta que capitula en 1308. Con la disolución de la orden del Temple, sus posiciones son transferidas a la orden del Hospital y el castillo de Miravet pasa al a jurisdicción del castillo de Amposta. El dominio de los hospitalarios sobre Miravet, se prolonga hasta el primer tercio del siglo XIX.

Entre 1462 y 1472, durante la guerra de Juan II, los hospitalarios abandonan el castillo de Miravet, que pasa a manos de los partidarios de la Generalitat catalana. Después de sitiarlo, el ejército real consigue conquistarlo en 1466.

Del siglo XVII al XIX, la construcción del castillo se adecua a los cambios técnicos y a las nuevas exigencias militares: durante la guerra de los Segadores, la fortaleza se adapta a los usos de la artillería.

En 1609, la monarquía hispana ordena la expulsión de los moriscos, de sus dominios. La población morisca de Miravet, que es mayoritaria, tiene que abandonar la villa y los hospitalarios adoptan medidas de repoblación.

Entre 1640 y 1652, durante la guerra de los Segadores, el castillo es ocupado de forma alterna por las diferentes fuerzas. En 1707, durante la guerra de Sucesión que enfrenta el archiduque Carlos, que tiene el apoyo de Cataluña, con Felipe de Borbón, duque de Anjou, el castillo de Miravet es expurgado por el ejército felipista.

En 1835, en el proceso de disolución del antiguo régimen, el castillo de Miravet deja de ser un término señorial y se vende a particulares.

Entre 1833 y 1839, tiene lugar la primera guerra carlista, que enfrenta a los sectores liberales con los pretendientes carlitstas. Durante este período, el castillo de Miravet es ocupado en diversas ocasiones por tropas liberales y carlistas. Entre 1872 y 1876, se produce la tercera guerra carlista y en 1875, el castillo, convertido en baluarte de las fuerzas carlistas, es expurgado por el ejército liberal.

Ya en el siglo XX, durante la guerra civil española, Miravet es ocupado por las tropas franquistas en abril de 1938, y el ejército republicano recupera la plaza para perderla definitivamente el mes de noviembre. En 1990, los propietarios hacen donación del castillo a la Generalitat de Catalunya, que lo declara Bién Cultural de Interés Nacional y lo abre al público en julio de 1994, después de obras de excavación y restauración. (Información de la Generalitat de Catalunya, Departamento de Cultura).

Recomendaciones e Información:

Para almorzar, lo ideal es sentarse en uno de los restaurantes de la plaza, con vista al río, y luego emprender rumbo al castillo, que se ve en la cima del pueblo. Hay estacionamiento ahí mismo y la entrada para nosotros que somos 4, fue de 5 euros (2 adultos y 2 niños).

Dirección Castillo Miravet: Camí del Castell, s/n. 43747, Miravet.

Teléfono: 977 407 368

Web: www.mhcat.cat/monuments

Horario de visitas: 1 de junio – 30 de setiembre / 1 de octubre – 31 de mayo. Cerrado los domingos por la tarde, lunes, Navidad y fín de año.

No se puede ir con mascotas ni comer/beber adentro. Hay baño y tienda de regalos.

En verano, no olvidar llevar:

  • Sombreros
  • Bloqueador
  • Agua – aunque ahí mismo también pueden comprar

Si se animan a ir, o han ido, ¡cuéntenos! Nos encantaría saber cuál fue su experiencia.

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