Hace un par de semanas recibí un correo diciéndome que como parte de las bloggeras de Disney Babble, querían invitarme a la reunión de bloggeras que harían el pasado 10 de diciembre en Buenos Aires.

Mi primera impresión fue un gran «¡INCREÍBLE NOTICIA!» y luego «oh oh, estoy embarazada y me siento mal, cómo lo hago», pero esta era una ocasión a la que no podía dejar de asistir. Así que después de confirmar, le pedí a mi doctor que me diera todo lo posible para evitar vómitos, náuseas y malestares. Me fueron a pinchar a la casa y me tomé unos remedios que me hicieron bien. Este viaje era flash, de martes a miércoles, así que tan mal no podía estar.

Me fui el martes muy nerviosa al aeropuerto. Ya se me fue el trainning de viajar sola. Y la verdad que el viaje de ida salió perfecto, si no fuera porque cuando una mujer está embarazada se convierte en el «cacho»: a nadie le gusta que pase de las primeras en la fila, aunque estés pálida por las náuseas y no te dan el asiento del bus que te lleva al avión. Pero ya escribiré sobre eso porque da para largo.

Llegué a Buenos Aires y tal como me dijeron, habría un señor esperándome con un cartel de Disney.. ¡Si, como a una princesa! Y así fue. Me llevaron al hotel pero justo me llamaron al celular para saber si quería ir a comer con el equipo de Disney Babble. ¡Cómo no! Así que subí flashmente a cambiarme al hotel y partí a un restaurant italiano. La sorpresa fue que había una tormenta rara vez vista en Buenos Aires. Se caían los árboles mientras andábamos, los basureros de la calle tomaron vida propia y se movían por la ciudad, la lluvia era como estar bajo la lluvia y los truenos como mil flashes.

Y llegué al restaurant y estuve con un grupo increíble. Conversamos hasta bien tarde y luego me fueron a dejar al hotel. Al otro día bien temprano había un taxi esperándome para llevarme a las oficinas de Disney para la gran reunión de bloggeras. Cuando llegué quedé impresionada con el lugar. Todo maravilloso, muy Disney. Por todos lados letreros ecológicos y películas Disney. Y a las 10 empezó un desayuno saludable donde pude conocer a todas esas mujeres que leo hace tantos meses en Disney Babble.

Luego, los gerentes de Disney nos dieron una charla sobre el sitio y para dónde quiere ir. Fue impresionante saber que la cantidad de visitas al sitio supera el millón y medio de visitas y que una nota en redes sociales supera los 7 millones de lecturas. ¿Se dan cuenta todo lo que es eso? ¡Todo Santiago! ¡Cientos de estadios llenos! En verdad es demasiado.

Luego hicimos actividades grupales para conocer al equipo y tuvimos que dibujar (pensé que era más mala pero la verdad me salió decente el dibujo), para luego armar un puzzle grupal. Y terminado eso almorzamos todas juntas para después irme a la oficina de la mejor editora – grande Lula! – y esperar al taxi que me llevaría de regreso a Santiago.

Un viaje flash pero inolvidable y que valía la pena hacer. Soy la bloggera chilena para este gran sitio y me llena de orgullo.

También te puede gustar
Seguir leyendo

Mi vida con Josefina

Debo confesar que un principio me costó asumir que traía una vida a este mundo. Siempre me consideré…