¿Quieres crear tu propio compost pero no sabes cómo hacerlo? Aquí te lo contamos

¿Sabías que en nuestras casas generamos alrededor de un 50% de materia orgánica en nuestra basura diaria? ¡Es mucho! Y por eso hay tantas personas optando por el compostaje, ya que eso evita que estos residuos lleguen a los rellenos sanitarios, donde no se aprovechan sus beneficios. Además, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Qué es el compostaje?

Es el proceso biológico mediante el cual los microorganismos actúan sobre la materia rápidamente biodegradable (restos de cosecha y residuos orgánicos), permitiendo obtener “compost”, que es un abono natural utilizado para la agricultura, ya que devuelve al suelo minerales en forma de materia orgánica. Esto hace que el suelo mejore y además, se ahorra agua.

Tendemos a pensar que las frutas y verduras que botamos al basurero van a descomponerse naturalmente, pero el problema es que en los rellenos sanitarios, lugar al que va nuestra basura,  se produce la emisión de gases de efecto invernadero (altamente contaminantes) cuando hay ausencia de oxígeno.

Beneficios de una compostera

Se obtiene de forma sencilla un abono orgánico de buena calidad que se puede aplicar en plantas de interior o huertos, sin necesidad de comprar fertilizantes químicos. Reducimos nuestra basura. Se evitan los gases de efecto invernadero. Le enseñamos a nuestros hijos a cuidar el medio ambiente, con un ejemplo.

 

¿Cómo hacer tu compostera?

1. Hacer tu compostera

La compostera es donde vamos a dejar nuestra basura orgánica, que puede ser una caja de madera, una base de tablas o una jardinera. Es importante que esté en contacto con el suelo para que los microorganismos de la naturaleza entren en contacto con los restos que se depositan en su interior. Si vives en departamento, en la base de tu recipiente introduce 3 cm de tierra fértil y luego una capa de ramas o paja. La compostera debe tener un sistema de ventilación para permitir la entrada de oxígeno.

2. Añadir los desechos orgánicos

Luego de insertar la primera capa de ramas y pajas, tienes que ir tirando los desechos orgánicos, mezclando los de rápida y lenta descomposición, y tratando de tirar los residuos lo más triturados posibles. También se recomienda proteger el compostaje de cambios bruscos de temperatura y revolver el contenido regularmente para asegurar que los organismos descomponedores puedan respirar y no se fermente por ausencia de oxígeno.
Lo que puedes incluir:

– Restos de fruta y verdura
– Flores
– Plantas
– Cáscaras de huevo
– Restos de poda
– Tapones de corcho
– Papel de cocina o servilletas
– Aserrín de madera que no estén tratadas

3. Regar la compostera

Nuestro compostaje necesita cierto grado de humedad para que las bacterias y microorganismos puedan actuar y para conseguir eso hay que regarlo de vez en cuando. Siempre teniendo en cuenta que no es necesario llenarlo de agua, sino que solamente humedecer todas sus capas.

¿Que NO se puede poner en la compostera?

– Carne y pescado. Tampoco huesos.
– Productos derivados de la leche
– Productos que contengan levaduras o grasas
– Ceniza de carbón
– Heces de perros y gatos
– Pañales desechables
– Revistas ilustradas
– Restos de la bolsa de la aspiradora
– Filtros de cigarrillos
– Tejidos sintéticos

Luego de seis u ocho meses el compost maduro tendrá un agradable olor a tierra de bosque. Puedes comenzar a extraer tu compost casero del fondo del contenedor y utilizarlo para abonar las plantas y el suelo con los mejores nutrientes.

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